martes, 22 de octubre de 2013

Curso de Dibujo Artistico

Introducción
Dibujar puede parecer difícil o fácil. Nosotros le diremos que, sobre todo, es una cuestión de trabajo, de práctica. Y esto depende sólo de su voluntad. Ser un artista con talento es una cuestión que no debe preocuparle. Sólo debe intentar una cosa: llegar a dominar el lápiz, la pluma, el pincel, el color... Esto no es difícil. Es lo mismo, que aprender a hacer una mesa, saber manejar con maestría la lima o hacer cazuelas de barro. Es cuestión de manos, de oficio. El oficio se adquiere en dos etapas:
1) Aprendiendo cómo se hacen las cosas.
2) Haciéndolas.
Nosotros le explicamos a lo largo de estos cursos de dibujo, cómo se hacen las cosas: cómo se coge un pincel; un lápiz, una pluma, cómo se las hace correr sobre el papel, cómo se consiguen trazos limpios, sombras, etc. Y le proponemos una serie de prácticas para iniciarse en las distintas técnicas del dibujo. Le aconsejamos que las realice al pie de la letra.

El dibujo a lápiz

La técnica del dibujo a lápiz de grafito, es la más sencilla de todas, por eso recomendamos comenzar primero por este curso y después continuar con los demas.
Por su forma, peso y tamaño, el lápiz es el instrumento de dibujo más manejable.
Las minas son de distinta dureza. Esto hace que, según lo que queramos dibujar, podamos escoger la que más nos convenga. (Ya hablaremos sobre qué lápiz es el apropiado para cada caso.)
Con un lápiz de mina blanda podemos conseguir una gran variedad de tonos, desde un negro intenso a un gris suave y homogéneo.
Con lápiz de mina dura podemos trazar líneas muy finas y limpias.
El lápiz se borra con facilidad.
El lápiz no requiere un pulso excepcional para ser utilizado.
Por todo esto es por lo que el lápiz es el instrumento más adecuado para iniciarse en la práctica del dibujo y acostumbrar la mano a conseguir trazos seguros y limpios, es decir, líneas que no sean temblorosas, que, tengan el mismo grueso por todas partes, que estén hechas sin repasar, con decisión. También para comenzar a realizar sombreados, que tanta importancia tienen en este bello oficio.

Formas de afilado

Los lápices de mina dura se afilan de modo que den una punta aguda, que pinche, pues es este el modo que hace posible que las líneas salgan limpias y vigorosas con este tipo de mina.



 
La mina del lápiz
Como usted ya habrá podido apreciar, no todos los lápices tienen la mina igual de dura. Hay lápices- con la mina blanda, muy blanda, dura y muy dura. Y hay otros cuya mina no es ni dura ni blanda.
Para poder saber sin necesidad de usarlos, cómo es de dura la mina, todos los lápices llevan en su costado junto al nombre de la marca, un número. Este número es el que nos indica lo duro o blando que es.

Generalmente las casas extranjeras fabricantes de lápices, para indicar la dureza de la mina, no usan números, sino letras combinadas con números.
Veamos qué dureza de mina corresponde a cada clasificación:

El lápiz n      1 es Blando.
                        2 es Mediano, ni duro ni blando.
                        3 es Duro.
                        4 es Muy Duro.

                        Con letras y números

6B Muy negro y muy blando.
5B Menos negro y muy blando.
4B y 3B Menos blandos y un poco menos negros.
2B Es igual al número 1.
B Intermedio entre el 1 y el 2.
HB Igual al 2.
F Entre el 2 y el 3.
H Igual al 3.
2H Entre el 3 y el 4.
3H Igual al 4.
4H, 5H, 6H, 7H y 8H Cada vez más duros y menos negros.

Los lápices de mina blanda son los mejores para trabajos de sombreado y para cuando sea preciso un trazo de distintos gruesos, un trazo blando y dúctil. Es decir, son apropiados, en general, para el dibujo artístico.
Los lápices de mina dura son los adecuados para trabajos de delineación y dibujó industrial. Su trazo es gris, de perfil seco y limpio.

lunes, 21 de octubre de 2013

Diseño en la Arquitectura

Continuando con nuestro recorrido alrededor del tema de la arquitectura de software, en esta ocasión, nos enfocaremos en la actividad de diseño de la arquitectura.

Diseño y arquitecturaPor extraño que parezca, no existe una definición generalmente aceptada de la palabra “diseño”. Recientemente se ha propuesto la siguiente definición de este concepto:
El diseño es la especificación de un objeto, creado por algún agente, que busca alcanzar ciertos objetivos, en un entorno particular, usando un conjunto de componentes básicos, satisfaciendo un conjunto de requerimientos y sujetándose a ciertas restricciones.
Retomando la definición de arquitectura de software presentada en la primera edición de esta serie de artículos, las correspondencias de los elementos de la definición de diseño con la arquitectura son las siguientes:
  • El objeto se refiere a las distintas estructuras (físicas, lógicas, de ejecución) que componen a la arquitectura de software.
  • El agente es el (los) arquitecto(s) de software u otros encargados del diseño.
  • El entorno se refiere tanto al entorno de uso del sistema, por parte de los usuarios finales, como al entorno en que se desarrolla el sistema.
  • Los objetivos son la satisfacción de los requerimientos que influyen a la arquitectura (los drivers) y la estructuración con el fin de guiar el desarrollo.
  • Los componentes básicos son los conceptos de diseño a partir de los cuales se construye una arquitectura y que incluyen patrones de diseño y frameworks de tecnologías particulares.
  • El conjunto de requerimientos, que se presentaron en la columna anterior, incluyen tanto a los requerimientos funcionales como a los no-funcionales (principalmente los atributos de calidad). 
  • Las restricciones, que también se discutieron en la columna anterior, son todas aquellas limitaciones impuestas ya sea por el cliente o bien por la organización misma de desarrollo.